NOSOTROS

detalles que

marcan la diferencia

Comprometidos con el
Medio Ambiente

En Hotel Prats buscamos colaborar
con el cuidado de nuestro planeta
con diferentes acciones.

CONCIENCIA EN EL RECICLAJE

Utilizamos en nuestros baños dispenser recargables de shampoo y jabón para reducir los residuos plásticos. Realizamos un trabajo de reciclaje de nuestros residuos y utilizamos materiales de desinfección ecológicos como el agua ozonozada para ciertas tareas de limpieza y desinfección en el hotel.

Nuestra
historia

El Hotel Prats es un
establecimiento centenario.

En octubre de 2013, la Cambra de Comerç
de Girona
le otorga el certificado de «Establecimiento Centenario»
pudiendo justificar hasta 103 años de historia.

En octubre de 2013, la Cambra de Comerç de Girona le otorga el certificado de «Establecimiento Centenario» pudiendo justificar hasta 103 años de historia.
En 1911 y 1912 Francisco Pau Prats, realquila la Fonda Rotllat para la temporada de verano.
En 1913 ya alquila el establecimiento directamente como propietario y adopta en nombre de Hotel Prats.
Se convierte en una foda de parada obligatoria de agencias, donde el viajero y los caballos descansaban para reprender el largo viaje hasta Cerdaña.
El buen clima seco es un reclamo para los que sufren de afecciones pulmonares y un atractivo para el reposo. Empieza a crecer el turismo entre la burguesía catalana.
Por aquellos años, el equipo suizo de patinaje pasó unos días en el Hotel Prats. Coicidió con una semana de frío y durante un par de días, el bisabuelo, a petición de uno de los patinadores, fue inundando la plaza poco a poco hasta que se heló y pudieron tener una pista de hielo (ver foto).
Durante la Guerra Civil, la familia se dispersa por el Valle, los pequeños de la casa son acogidos por los familiares que viven en el campo y los padres huyen a Francia. El hotel es saqueado. Ocupado por refugiados, milicianos republicanos, aguanta estoicamente hasta que acaba la guerra.

En el comedor del río todavía se puede apreciar el rastro del fuego a tierra que hicieron los ocupantes para calentarse y cocinar.
Acabada la guerra, la familia se reúne y retoma el negocio con ayuda de los parientes cercanos. No es fácil con todo quemado, vacío, saqueado y sucio.
En los años 30, la construcción del Cremallera de Núria impulsa el turismo y Gil Pau Codina compra el inmueble a plazos. Son unos años de crecimiento y la burguesía catalana encuentra aquí uno de sus destinos.
En 1966 el hotel pasa a manos de Gil Pau Robiró por la muerte de su padre.
En la fotografía, Gil Pau Codina habla con unos veraneantes en el surtidor de gasolina que había en el hotel.
Hemos intentado conservar la imagen del hotel lo más fiel a lo que fue. El tiempo se para en cada rincón de este lugar, decorado con muebles y objetos rescatados del pasado familiar.

Su valoración nos importa

Que dicen nuestros huespedes

Muy fácil llegar, muy hogareño, las personas que me atendieron encantadoras, los dueños muy amables, el desayuno delicioso !!!!

Alexandra

🇨🇴 Colombia

Hotel familiar situado en el centro del pueblo. Se trata de un hotel antiguo que ha sabido adaptarse y conserva todo su encanto. [...] Sin duda es un sitio al que volveríamos.

Roger

🇪🇸 España

El desayuno con la chimenea siempre encendida es un detalle de agradecer. El trato del personal ha sido excelente. Muy majos y cercanos.

Carlos

🇪🇸 España